Los arrestados iban con chaleco y casco para hacerse pasar por trabajadores.
La Guardia Civil les interceptó cuando intentaban salir del muelle Adossat.
Aunque su objetivo predilecto son los cables telefónicos que atraviesan zonas aisladas de bosque o campos de cultivo, la voracidad de los ladrones de cobre les lleva también a actuar en un entorno tan concurrido como Barcelona. Así lo constató el pasado sábado por la tarde una patrulla de la Guardia Civil que en su ruta por el puerto interceptó a un vehículo cargado con 500 kilos de cobre que acababa de ser robado.
Los agentes patrullaban por la infraestructura cuando en el muelle Adossat y cerca de la empresa Estibadora de Ponent vieron una furgoneta sospechosa. Tras darle el alto, descubrieron que allí viajaban cuatro personas las cuales, aunque iban vestidas con chalecos reflectantes y cascos reglamentarios para parecer trabajadores del puerto, carecían de las autorizaciones necesarias para estar en esa zona de acceso restringido y cuya seguridad está a cargo de la Guardia Civil y la policía portuaria.
Ese hecho llevó a los agentes a ordenar a los cuatro ocupantes que abrieran la zona de carga de la furgoneta, donde descubrieron 500 kilos de cobre dentro de cables de fluido eléctrico cortados.
HERRAMIENTAS DE CORTE
Fuentes de la Guardia Civil señalaron que, ante las preguntas de los agentes, los detenidos no pudieron ofrecer una explicación verosímil sobre la procedencia del material que transportaban. Además, en el interior del vehículo había herramientas de corte tales como tenazas o sierras. La investigación posterior permitió determinar cómo los cuatro detenidos presuntamente acababan de robar ese cobre de una pequeña estación eléctrica que suministra luz a las farolas y a la maquinaria de esa zona del puerto. Haciéndose pasar por trabajadores, los detenidos, todos ellos de nacionalidad española, habían accedido a ese espacio restringido y tras abrir la estación habían cortado los cables eléctricos que posteriormente habían vuelto a aserrar para convertirlos en tramos más pequeños y más fáciles de transportar fuera del puerto.
TARJETA ROBADA
A uno de los detenidos se le incautó, además, una tarjeta de crédito que posteriormente se descubrió que había sido robada. Los cuatro detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de guardia de Barcelona acusados de un delito de robo. Según el instituto armado, este es el primer robo de cobre que se detecta en el puerto de Barcelona. En la capital catalana se están produciendo de forma ocasional robos de este valorado metal, sobre todo en edificios de pisos en los que los ladrones sustraen los tubos de las instalaciones eléctricas y del gas.
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