La Delegación del Gobierno impide por tercera vez en una semana la entrada de los fieles al templo.
Con un altar portátil, la escolanía de la Abadía al completo y la megafonía prestada por el párroco de la iglesia de San Lorenzo del Escorial , la comunidad benedictina del Valle de los Caídos ha salido al exterior del recinto monumental para celebrar su misa diaria. Allí les esperaban más de un centenar de fieles a los que, por tercera vez en una semana, se les ha negado el paso.
Agentes de la Guardia Civil custodian, por orden de la Delegación del Gobierno, los accesos, con el fin de impedir el acceso a los actos litúrgicos que allí se celebran por supuestos motivos de «seguridad». Patrimonio Nacional, gestor del espacio, cerró las puertas del complejo a las visitas turísticas a principios de abril, con el fin de restaurar el conjunto escultórico de La Piedad, obra paralizada en estos momentos, pero sí permitía el acceso a los actos religiosos. Hasta esta semana, en la que la Delegación del Gobierno lo ha prohíbido.
Al frente de la comunidad benedictina ha estado su prior, el Padre Alfredo. Ayer, sin embargo, fue su abad, el que bajó al acceso al monasterio para intentar disuadir a los mandos de la Benemérita para que permitiesen la entrada de los creyentes, sin lograrlo. El abad está hoy en la visita del Papa.
«Razones de seguridad»
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Madrid consultadas por Efe indicaron que «en absoluto» se ha dado orden específica a la Guardia Civil para restringir la entrada a las misas. «Desde el pasado 6 de abril -han indicado- el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional restringió todas las visitas turísticas al Valle de los Caídos por razones de seguridad que tienen que ver con el grave deterioro del conjunto monumental». Esta decisión vino motivada, según la Delegación del Gobierno,«porque todos los informes de seguridad coinciden en la necesidad de reforzar el control de acceso para preservar la seguridad e integridad de las personas».En consecuencia, han insistido, lo que se ha hecho es «reforzar el control de acceso para garantizar la seguridad y la integridad de las personas».
La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos ha informado de que varios de sus miembros denunciaron el pasado día 3 que la Guardia Civil les había impedido el acceso a la basílica para asistir al funeral en recuerdo de todos los caídos de la Guerra Civil, en lo que consideran un posible delito de coacciones y una vulneración de la libertad de culto.