El arrestado, que portaba una tarjeta de soldado en activo ya caducada,
logró tener una relación sentimental con la víctima
Está acusado de apropiarse de casi 2.000 euros tras instalarse en el
domicilio de la novia/víctima.
La picaresca humana no parece conocer límites. La última muestra la ha dado un hombre detenido en Santa Pola, quien presuntamente se inventó que era Guardia Civil para engatusar y robarle dinero a una vecina de la localidad. La historia del implicado caló en la mujer, quien creyó a pies juntillas que el varón había sido destinado al cuartel de la Benemérita en la villa santapolera.
El presunto estafador no sólo convenció a la víctima de su supuesta condición de agente de la autoridad, sino que logró iniciar una relación sentimental con ella. El asunto tomó cuerpo, hasta el punto de que el sospechoso acabó por instalarse en el domicilio de la perjudicada, según explicaron a este diario fuentes cercanas al caso.
Con diferentes tretas, el supuesto timador llegó a apropiarse de casi 2.000 euros en metálico. En cuanto su confiada pareja lo descubrió, acudió de inmediato a presentar una denuncia por los hechos. El presunto infractor fue arrestado por los investigadores, quienes, además, encontraron en su poder una tarjeta de soldado en activo que había caducado a finales del año pasado, por lo que todo apunta a que es militar o, al menos, lo era hasta hace unos meses. La Guardia Civil no apreció una posible falsificación de este documento.
El denunciado está acusado de los delitos de estafa, falsificación de documento público y usurpación de funciones públicas, según ha trascendido. La Benemérita mantiene abiertas las pesquisas para comprobar si el mismo varón puede estar involucrado en hechos parecidos ocurridos en Alicante y en otras provincias.
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