10/12/09 Vilobí de Oñar/Aeropuerto de Gerona
La Guardia Civil detuvo el pasado lunes, 07/12/2009, en el aeropuerto de Gerona un hombre colombiano, Jesús Aníbal Montaño, con medio kilo de cocaína adherida a su cuerpo.

El sospechoso, de 36 años de edad, quería coger un vuelo hacía Venecia y los agentes lo detuvieron cuando estaba a punto de embarcar. El hombre estaba muy nervioso mientras esperaba su turno para pasar los controles de seguridad, y esto hizo sospechar los Guardias Civiles que procedieron a su registro. Los agentes encontraron tres paquetes con una sustancia blanca enganchados con cinta aislante a la parte interior de las piernas y la ingle. Tras comprobar que se trataba de cocaína, el hombre fue detenido y acusado de un delito contra la salud pública. Montaño pasó a disposición judicial en el juzgado de guardia de Santa Coloma de Farners y el juez ordenó su ingreso en prisión.

Situación precaria
Jesús Aníbal Montaño declaró que no se dedicaba al tráfico de drogas y que había decidido llevar la cocaína a Italia porque necesitaba dinero. Según él, su familia en Colombia está en una situación precaria y, además, su hija está enferma.

11/12/09 - Bañolas/Gerona
La Guardia Civil ha detenido un hombre de 41 años vecino de Bañolas, Pablo Colmenero Motilva, en el marco de una operación que se ha realizado en todo el Estado contra la distribución de pornografía infantil en internet.
En total, la Guardia Civil ha detenido quince personas, tres en Cataluña: el hombre de Bañolas y dos individuos más, de Cornellà de Llobregat y de Cambrils. Con respecto al caso de Bañolas, en un primer momento la Guardia Civil sospechó del vecino del detenido, porque resulta que el sospechoso supuestamente le cogía la señal de internet para poder descargar los archivos pedófilos.

La investigación empezó en el mes de enero pasado, cuando un hombre de Navarra explicó a la Guardia Civil que se había descargado un archivo de música por internet y que se dio cuenta que realmente se trataba de pornografía infantil. A partir de aquí, los agentes encontraron una red de gente que se intercambiaba estos archivos y decidieron actuar. Registraron 21 domicilios, analizaron una sexagésima de ordenadores y también imputaron cuatro personas, aparte de los detenidos. Entre estos sospechosos, hay un hombre que trabajaba en un centro docente de menores de edad y que hacía más de diez años que guardaba material pornográfico infantil.