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El Gobierno ya ha encontrado una salida para los vigilantes privados que se han quedado sin trabajo por la reducción de escoltas en el País Vasco. A partir de junio, llegarán a las cárceles españolas 800 de estos profesionales, que irán sustituyendo progresivamente a los guardias civiles que trabajan ahora para Instituciones Penitenciarias.
Según ha sabido El Confidencial Digital, este traslado de agentes privados a las prisiones españolas ha sido ordenado por la secretaría de Estado de Seguridad, que ya se ha puesto en contacto con el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, para explicarle todos los detalles de la reforma en el sistema de vigilancia en las cárceles.
Las fuentes consultadas por este diario, pertenecientes al Consejo de la Guardia Civil, explican que el pasado viernes, el director adjunto operativo, Cándido Cardiel Ojer afirmó que “se crearán de 800 a 900 nuevos puestos de trabajo para los ex escoltas en el País Vasco” a través de su llegada a las instituciones penitenciarias.
Su desembarco en las prisiones, que se producirá el próximo mes de junio, provocará que unos 300 guardias civiles encargados hasta ahora de custodiar las cárceles españolas pasen ahora a encargarse de la seguridad en las calles.
No obstante, explican las mismas fuentes, “la salida de los guardias civiles será paulatina y se hará de forma pausada, ya que esos agentes deberán enseñar a los vigilantes privados cómo se lleva la seguridad en las cárceles”.
Las principales asociaciones de la Guardia Civil han trasladado a la cúpula de la Benemérita su apuesta por establecer en las prisiones un sistema de vigilancia similar al de los aeropuertos, en el que los propios guardias civiles y los vigilantes privados se repartan las competencias.
Dicha posibilidad, explican las fuentes consultadas por ECD, está siendo estudiada por la secretaría de Estado de Seguridad y tiene muchas opciones de aprobarse.
Comentario de Agrupación Ahumada:
No acabamos de estar de acuerdo con esta medida. Sentimos mucho que los escoltas privados se encuentren ahora sin trabajo pero esta medida nos parece un parche ilógico. Resulta que ahora sacamos a los guardia civiles destinados a Instituciones Penitenciarias de su rutina diaria donde realizan un magnifico trabajo, para sustituirlos por escoltas privados sin experiencia y que no sabemos lo que van hacer en nuestras cárceles.
Los guardias que estaban realizando un ejemplar trabajo en las cárceles, los destinamos a patrullar y a realizar una tarea en la cual ya no tienen experiencia. ¿A ver como va formular una denuncia un agente que lleva cinco, diez o quince años de servicio en Instituciones Penitenciarias.
¿Y si en el día de mañana ETA vuelve a atentar? ¿Los escoltas que ahora ponemos en las cárceles volverán a su antiguo trabajo o tendremos que contratar nuevos escoltas?
Luego, una pregunta importante es de que forma se van a contratar estos escoltas por parte de Instituciones Penitenciarias. Serán contratados directamente o se contratará a empresas privadas de seguridad, las cuales emplearán a estos escoltas con contratos basura, lo que facilita que estos a su vez entren en el juego del tráfico de drogas y el chanchulleo dentro de las cárceles.
Tampoco nos olvidemos que no sería la primera vez que agentes de la Guardia Civil y/o Policía Nacional tienen metidas sus manos en empresas privadas de seguridad. Esto en cuanto a la propuesta de las principales asociaciones de la Guardia Civil de querer compartir la responsabilidad de la seguridad de las cárceles con empresas privadas, ... y con sus contratos millonarios.
La idea en si no nos parece practica y pensamos que el coste es superior al de poner más plazas para nuevos guardias civiles, que es lo que se debería hacer. Para los escoltas ya se encontrará sitio en aeropuertos o empresas privadas de seguridad que siempre buscan vigilantes cualificados, pero ni en nuestras cárceles, ni asumiendo competencias de la Guardia Civil. Hay demasiado en juego como para dejarlo en manos privadas.
Fdo.:
Xevi Guardia

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