La operación «Caleta» acaba con 14 arrestos y 80.000 conversaciones telefónicas pinchadas
La operación «Caleta», dirigida conjuntamente por la Policía Nacional y la Guardia Civil, se ha saldado con la disolución de una organización criminal de narcotraficantes considerada por los expertos «de manual». Los agentes se han incautado de 135 kilos de cocaína llegados en contenedores a los puertos de Valencia y Alicante, procedentes de Colombia y con una pureza del 87%. La sustancia iba a ser distribuida por Italia, puesto que en ese país el kilo de «polvo blanco» se cotiza a 52.000 euros, unos 15.000 más caro que en España. El cálculo es que el alijo se habría vendido en el país transalpino a alrededor de 7 millones de euros. Hay 14 detenidos.
El dispositivo policial y judicial ha sido de impresión: el sumario del caso, instruido por el juzgado número 1 de Parla, supera ya los 18.000 folios; se han intervenido más de 80.000 conversaciones de 40 teléfonos móviles, y han participado más de una docena de grupos policiales.
El pasado diciembre, dos policías locales de Parla, a raíz de un «chivatazo», descubrieron un alijo de 500 kilos de cocaína en un polígono industrial de la ciudad. Tres personas fueron detenidas entonces. Tras la apertura de diligencias, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Policía de Madrid (Udyco) se puso manos a la obra en la investigación. Pero, paralelamente, la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil, que había recibido otro «soplo», estaba detrás de la pista de un sospechoso del mismo caso.
Perros especialistas
Los datos que fueron recabándose a lo largo de estos seis meses de indagaciones permitió conocer la llegada a Valencia y posterior traslado a Madrid de un nuevo alijo, de 135 kilos de cocaína. El seguimiento al vehículo, que estaba «caleteado» —manipulado— para esconder la droga, se prolongó 350 kilómetros por la A-3.
A la altura de Fuentidueña del Tajo se le detuvo. Los perros especialistas de la Guardia Civil detectaron la presencia de droga en el coche y, después, el Grupo Operativo de Inspecciones Técnicas de la Policía (GOIT) localizó los habitáculos secretos donde estaban los 135 «ladrillos».
La idea era llevar la droga luego a Italia y blanquear las ganancias mediante un entramado de 12 empresas pantalla, supuestamente dedicadas a la compra-venta de material para la construcción. De hecho, en una conversación «pinchada», un sospechoso comentó: «Súbete el mármol y luego te bajas el granito», en referencia a la droga y el dinero de su venta. Los arrestados son colombianos (que capitaneaban el grupo), cubanos y españoles (entre quienes se cuenta un abogado que se las apañaba para filtrar datos de la investigación inicial), además de otra persona imputada
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